Cómo aplicar la metodología LEAN en tu almacén

Los procesos de un almacén necesitan ser rápidos, ágiles y eficaces para su buen funcionamiento. Aplicar el método LEAN reduce el tiempo, esfuerzo e inversión en los procesos necesarios del almacén y acelera el éxito empresarial. 

El método LEAN es un método innovador de gestión de procesos de una empresa. Su objetivo principal es eliminar aquellas actividades de la cadena que no aportan valor y que entorpecen el flujo del trabajo. La metodología LEAN ofrece un producto de mayor calidad e influye en la experiencia de los clientes.  

La metodología LEAN surgió en Japón durante los años 80 bajo el nombre de Lean Manufacturing para que la fabricación de vehículos fuera más eficiente. Marcas como Toyota la utilizaron para optimizar los procesos y reducir los costes y, con el paso de los años, esta filosofía de gestión se ha ido aplicando al emprendimiento y las empresas actuales. 

El método LEAN implanta un sistema de gestión con métodos innovadores. Por eso, es importante enfocar el negocio desde una nueva forma para agilizar todos los procesos. LEAN se basa en los siguientes objetivos: 

• Eliminar actividades del proceso que no aportan valor al producto. 
• Mejorar la calidad del producto de forma continua. 
• Identificar problemas y solucionarlos para acelerar el proceso. 
• Cambiar el enfoque de la empresa, para aportar soluciones a los clientes y ofrecerles información, y no solo venderlos productos. 

Se denomina 5S debido a las iniciales de las palabras japonesas seiri, seiton, seiso, seiketsu y shitsuke que significan clasificación, orden, limpieza, estandarización y disciplina. 

Las 5S es un método que permite la mejora continua y elimina aquellas actividades ineficaces: 

• Seiri, la clasificación. Se refiere a la retirada de todos aquellos objetos que dificulten la realización de una tarea y la identificación de aquellos procesos importantes. Para llevar a cabo este paso es importante saber qué objetos se utilizan, con qué frecuencia y sin son necesarios, y etiquetarlos para diferenciarlos.
• Seiton, el orden. Una vez eliminados aquellos objetos que no son necesarios, es fundamental ordenar el resto. Por tanto, aquellos que se utilicen a diario y con mucha frecuencia deberán encontrarse dentro de nuestro espacio de trabajo; los que utilizamos semanal o mensualmente, los ubicaremos cerca de nosotros; y aquellos elementos que no se utilicen frecuentemente pero necesitan ser ubicados se colocarán en estanterías.
• Seiso, la limpieza. Es una regla indispensable que debe realizarse a diario. Los trabajadores deben asegurarse de que su puesto de trabajo está limpio para poder desarrollar su desempeño sin ningún obstáculo.
• Seiketsu, la estandarización. Las fases anteriores deben convertirse en hábito para que funcionen las 5S. Para ello, es importante evaluar periódicamente la clasificación, el orden y la limpieza de nuestro puesto de trabajo y plasmarlo en un documento claro y conciso. En esta fase también es importante fomentar el cumplimiento de las reglas de la empresa y reconocer a los trabajadores.
• Shitsuke, la autodisciplina. Todo trabajador deberá mantener un comportamiento adecuado en el desempeño de su trabajo y velar por el cumplimiento de las 5S para que el método sea efectivo. 

La falta de optimización en un almacén suele ser frecuente. Para que un almacén funcione adecuadamente es necesario implantar la metodología LEAN. Algunos ejemplos para implementar la metodología LEAN en un almacén son: 

• Organización. Para mantener el orden es más práctico mantener aquellos productos que tengan una mayor rotación en sitios más cercanos a la salida, mientras que los que tengan menos es mejor ubicarlos en las zonas más alejadas. Además, a la hora de establecer una organización, aquellos que pertenezcan a la misma familia se encontrarán en la misma zona. 
• Ubicación fija de los productos. El mismo producto tendrá una ubicación fija en el almacén y siempre será la misma. En el caso de que se necesitara un sitio extra debido al exceso de productos tendrá que avisarse y establecer un sistema visual para facilitar su localización. La maquinaria necesaria (carretillas elevadoras, traspaletas, etc) tendrán su lugar de aparcamiento seguro. 
• Disposición flexible. Es necesaria una disposición flexible para poder adaptarse a cambios de última hora y, por ejemplo, habilitar una localización para almacenar productos. 
• Gestión visual. La gestión visual ayuda a mejorar la productividad en almacenes y a acelerar procesos, ya que de un vistazo se puede ver la situación de algo. Es muy común el juego de luces de colores –verdes y rojas– para saber qué pedido está disponible y cual no.  
• Control de errores. Permitirá tener localizados posibles errores, como rotura de stock o cantidades erróneas, y poder corregirlos a tiempo. 
• Ergonomía y seguridad. Los elementos más pesados se ubicarán en la parte inferior de un almacén y se utilizarán las herramientas y maquinarias adecuadas para la manipulación y el transporte de cada uno.  

 Un almacén que implanta la metodología LEAN optimiza su funcionamiento y reduce tiempos, esfuerzos y costes. 

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